¿Por quién más podemos orar?-
pregunta el Padre Carlos Gómez a los pibes que en silencio siguen su misa. Ante
la falta de respuesta, con una sonrisa Gómez propone orar por los religiosos
que ya no están. En ese instante una mueca de dolor recorre el rostro de
Gómez quien es capaz de transmitir ese
dolor que experimentan aquellos que han perdido a un amigo. A fines de Octubre de 2005 el sacerdote
Carlos Cajade, quien levantó con sus propias manos la parroquia donde hoy Gómez
celebra la misa, abandonó físicamente el mundo dejando una obra inmensa que
cambió la vida de muchos jóvenes.
La obra de Cajade comenzó una
Nochebuena de 1984, cuando el cura improvisó una cena para un grupo de pibes que vivían en un
baldío de la localidad de Ensenada. Ese gesto es uno de los tantos que
recuerdan sus colaboradores y los jóvenes que tuvieron el privilegio de
conocerlo. Ese gesto que habla de los ideales de una generación de jóvenes que
creyó en la posibilidad de un mundo más justo y solidario. “El que sueña solo se queda en sus sueños, pero el que sueña con
otros, comienza a hacerlo realidad”, repetía una y otra vez Cajade. Ahí está Gómez intentando hacer
realidad el sueño que desveló a su amigo.
“Conocí a Carlitos en el seminario. Él cursaba el cuarto año de teología y yo el primero. Teníamos un amigo en común, quien nos presentó y pronto todos formábamos una banda de amigos”, relata Gómez con la serenidad que lo caracteriza. En aquel entonces Cajade ya daba muestras del carisma y la perseverancia que caracterizarían su labor sacerdotal.
Gómez, actual sacerdote de la parroquia Stella Maris de Ensenada, se sumó a la obra tras el retiro del padre Alejandro Blanco, quien reemplazó a Cajade después de su muerte. Actualmente se ocupa de lo estrictamente sacramental: da la misa, bautiza y confiesa a los chicos. Cuando Cajade vivía, solía venir al Hogar algún que otro domingo para comer un cordero ó disfrutar de las tardes soleadas. Con el correr de los años su compromiso es cada vez mayor: brindar estímulo y contención a chicos que son víctimas de la indiferencia más cruel.
Si bien Gómez tiene una noción clara acerca del complejo cuadro de situación que vive la entidad en la actualidad, cree firmemente en el proyecto que Cajade imaginó 30 años atrás. “Es una obra magnífica. Cotidianamente se plantean muchísimas dificultades. Pero uno ve que los chicos están bien. Crecen, estudian, trabajan y hacen deporte. Van superando como pueden sus historias de vida. Es una tarea compleja. Lamentablemente no podemos evitar que algunos chicos repitan su historia. Pero lo intentamos. Hacemos nuestro mejor esfuerzo”, confiesa Gómez con notoria emoción.
Las dificultades han sido una constante en la vida de Cajade. “A Carlitos le hicieron las mil y una”, revela el padre Gómez. “En primer lugar los propios chicos, que se mandaban sus macanas. Una vez le robaron y chocaron el auto. Luego los vecinos del hogar de 643 se negaron a tener “pibes chorros” en el barrio. Más adelante la policía e incluso algunos de sus viejos compañeros del seminario”. Gómez fue testigo de cómo en una reunión de egresados no querían compartir la mesa con Carlos. Para ese entonces Cajade había comenzado a escribir sobre la Iglesia que reclamaban las actuales necesidades sociales. “Su mirada era visionaria así que costaba que lo comprendieran”, señala Gómez y agrega “Si Cajade estuviera presente ya hubiese sido nombrado obispo”.
“Si el mundo no se piensa desde el hombre, se construye en contra de Dios” recordaba Cajade en sus misas. “Carlitos reformuló la afirmación que popularizó Juan Pablo II: Si el mundo se construye sin dios, va en contra del hombre. Si dejamos de lado al pobre, estamos haciendo un mundo en contra de Dios” señala Gómez. Cajade pensó el mundo desde los pobres, desde los pibes. “¿Por qué el pibe está en la calle? Porque sus padres no tienen laburo. Entonces tenés que combatir el desempleo, la pobreza, el desamparo y la indiferencia. Fortalecer la CGT para que se proteja al trabajador y su luche por sus derechos en contra de la flexibilización laboral” recuerda Gómez acerca de las motivación que impulsaba a Cajade a la acción.
Gómez recuerda las largas charlas que Cajade mantenía con la virgen de Schoenstatt. “Se sentaba frente a la imagen y le contaba sobre los asuntos de aquel día o incluso compartía sus preocupaciones. ¿Qué hago Virgencita?, le preguntaba y en minutos Carlitos venía con la respuesta”. La virgen de Schoenstatt, nombre que adoptó la Virgen María en una pequeña localidad alemana hacia fines del siglo XIX, fue consagrada “reina de los campos de concentración” por los prisioneros de Duchau. El movimiento Schoenstatt, fundado por el sacerdote José Kentenich quien vivió en carne propia los horrores de la segunda guerra mundial, propone la formación de un hombre nuevo en una nueva comunidad teniendo como imagen a Jesucristo y a la Virgen María como intermediaria. Esa virgen, considerada tres veces admirable (madre, reina y victoriosa) dió nombre al primer hogar fundando por Cajade. El pasado 18 de Octubre, como todos los años, los chicos del hogar asistieron con alegría a los festejos por los cien años del movimiento, celebrados en la localidad de Liniers.
Su mamá fue muy devota de la virgen y un “torbellino de energía” que se hizo cargo de sus 5 hijos tras la muerte de su marido. “Al conocerla, uno entendía que de esa mujer no podría surgir otro hombre más que Carlitos” reconoce con admiración Gómez quien la recuerda inquieta y siempre dispuesta a tender una mano. El padre de Carlos, quien prefería jugar al fútbol antes que ir a misa, falleció a sus 9 años de vida. El arquero de Cambaceres se detuvo a un costado de la avenida 122 a darle una mano de auxilio a un amigo, y un hombre alcoholizado al mando de una moto lo atropelló. Carlos expresó una y otra vez que apenas llegara al cielo, pediría hablar con su papá. Años después, la muerte encontraría a su madre en otro accidente de tránsito en 122.
Tras la muerte de su padre la guitarra de Carlitos reemplazó el bandoneón de su padre. Carlitos se apoyó en la música para motivar a los chicos en las misas y difundir sus enseñanzas. Muchos consideran que cantar es rezar dos veces. Carlitos compuso muchísimas canciones en homenaje a la Virgen. Así la presencia de las canciones es notable en las misas del Hogar de la Madre Tres Veces Admirada. Tal vez eso explique el interés de los pibes por el baile, o el surgimiento del grupo de rap V.G.H. Klan (Villa Garibaldi Hogar).
El pasado 17 de Octubre, durante el acto oficial por el día de la Lealtad Peronista, el intendente de Ensenada Mario Secco recordó la resistencia que junto con Cajade opusieron al neoliberalismo más salvaje. Los llamaban “Los Ensenadazos” y no era raro ver a Carlos participar de esos actos. Un día de 1999 el nombre de Carlos Cajade recorrió todos los medios de comunicación. El cura encabezó junto a los chicos del Hogar un escrache en las puertas de un local de Mc Donald´s, donde habían echado a cuatro chicos que pedían las sobras. A los gritos Cajade se dirigía a los transeúntes que sorprendidos detenían el paso: “No hay que perder el sueño de que ser pibe tiene que ser un privilegio”.
La resistencia que caracterizó a Cajade es la que muestran hoy sus pibes cuando se movilizan en defensa de la institución donde crecieron ante el abandono de parte de las autoridades provinciales. Bajo la pancarta “Scioli abandona a los pibes de Cajade” los colaboradores y coordinadores de la institución marcharon a comienzos de Marzo a la sede de la gobernación provincial en reclamo por la deuda que mantiene, y que somete a más de 50 organizaciones provinciales a una situación de vulnerabilidad desesperante. Los problemas comenzaron a mediados de 2012 cuando se implementaron recortes en los montos de las becas que recibe la obra de Cajade para dar asistencia a más de 250 chicos. La situación se agravó cuando en 2013 el recorte ascendió al 87 por ciento y la posterior falta de pagos. La asfixia financiera obligó a que los centros de día no abrieran sus puertas este año, dejando a los chicos privados de alimento y asistencia.
La obra recibe 450 pesos mensuales por cada niño asistido, monto que no se actualiza desde el año 2009. 15 pesos diarios no bastan para alimentar y pagar los sueldos de quienes colaboran en la entidad. Si bien cuentan con ayuda privada y de otras entidades, el panorama es desalentador y complejo. En los hogares de día además de darles el desayuno, el almuerzo y la merienda, se les brinda apoyo escolar y también funcionan como guardería para los chicos cuyos padres trabajan.
"Más de una vez la Comisión zonal nos sugirió que le demos lugar a los chicos hasta los 18 años. Es indignante recibir ese tipo de sugerencias. Este lugar (refiriéndose al Hogar de la Virgen Tres veces consagrada) es el único hogar que han conocido muchos chicos. ¿Cómo le decís a un chico Cumpliste los 18, andate!?. A ninguna persona la echan de su casa al cumplir los 18”, revela Gómez acerca de la particular desprotección que sufren los integrantes del hogar.
A pesar de la deuda enorme que nuestro país tiene con la infancia y la juventud, el padre Gómez percibe en los pibes una enorme cuota de esperanza: “Existe una clara actitud de amor hacia el prójimo en nuestros jóvenes. Se respiran nuevos vientos. Lamentablemente este mensaje no llega a muchos chicos, atrapados por la lógica del consumo y del “todo y ya”. La juventud tiene que tomar noción que es la protagonista del mundo y que son ellos quienes tomarán la posta de aquellos que un día ya no estén.
Ysmael
Guañabens
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